Alergia a lo nuevo

Ultimamente me he dado cuenta de que gente a la que se le presupone una cierta apertura de miras se está "retrogradizando" por momentos. Me explico: Hace unos días que se terminó el festival de Cannes de cine y ganó un director tailandés con un nombre que parece inventado por Chiquito de la Calzada (con todo mi respeto). Resulta que por lo visto el susodicho director tuvo la osadía de hacer una película de esas "de autor" que encandila a los gafapastas irredentos y a los cinéfilos más frikis. No seré yo la que defienda ese tipo de cine, que reconozco que me sume en un tremendo sopor, pero supongo que si un jurado con un alto prestigio y conocimientos cinéfilos le concede la Palma de Oro es porque el tipo tiene grandes virtudes artísticas que los entendidos saben ver (y a lo mejor los profanos si hacemos un pequeño esfuerzo, también. Reconozco en mí, no sin rubor, una cierta pereza intelectual). Pues bien, se ve que Carlos Boyero, una especie de Jiménez Losantos de la crítica de cine, despues de ponerlo de vuelta y media afirma sobre las posibles quejas de los espectadores que "Si no se llena el libro de reclamaciones prometo plantearme la súplica para ser internado en un frenopático, aceptar trágicamente que mis gustos ya no pertenecen a este mundo." Pues a lo mejor sí son de este mundo pero muy circunscritos a un pequeño ámbito y a un sólo concepto de cine: el tradicional. Es como un antiguo compañero de trabajo que decía que desde Led Zeppelin no se hace buena música. Ya son años sin hacer buena música ¿eh?
Hoy, sin ir más lejos, también he leído el elogio que le dedica Quim Monzó al libro del cocinero David de Jorge, porque ridiculiza la nueva cocina experimental estilo Ferran Adrià, con chascarrillos -he de reconocer- bastante ocurrentes y graciosos. Me he reído mucho porque mucha gente piensa que es verdad, que lo de las albóndigas de centeno nitrogenado al aroma del agar agar es una chuminada que se ha inventado un listo para cobrar 100€ el plato, pero... ¿no estaremos siendo como esos abuelos cascarrabias que dicen que todo se está perdiendo y que lo de antes era mejor, sin molestarse en conocer lo de ahora? ¿no estamos dejando que el curso de la vida nos pase por el lado sin detenernos a probar/leer/ver por una absurda combinación de prejuicios y miopía intelectual?

Esto me recuerda a una excelente profesora de historia del arte que tuve que, ante las críticas feroces que algunos alumnos hacían al arte abstracto (¡la arrogancia de la juventud!), nos decía: "Miraos todos un momento cómo vais vestidos y peinados: la mayoría vestís con ropa a la última y teneís un aspecto muy actual. Pues parece mentira que personas tan modernas vistiendo tengan un concepto tan antiguo de lo que debe ser el arte. Pensadlo bien"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya telita colega, jajajaja! Te has ablandado, ya no le das cera ni a las pelis chinas. Si es que es lo que tiene vivir con un gafapasta, que todo lo malo se pega.